Hotel Salinas de Imón: con el esplendor de otra época

En la provincia de Guadalajara, entre Sigüenza y Atienza, se encuentra un pequeño pueblo de tan sólo 30 habitantes, famoso por sus salinas milenarias… y un pequeño hotel de porte aristocrático y atmósfera señorial. 

Caserío de Lobones: estancia con clase en Segovia

Lo descubrí hace ya varios años, al elegirlo para celebrar un aniversario de boda, y desde entonces he vuelto en cuanto he podido. A las afueras de Segovia, en una especie de recodo entre tierras de cultivo y un monte de encinas y fresnos, es el refugio perfecto para olvidar la ciudad y transportarse años atrás en el tiempo. 

Hotel Brummell: nuevo “oasis urbano” en Barcelona

El recién inaugurado Hotel Brummell ocupa un antiguo edificio de viviendas en el barrio de Poble Sec, ligeramente apartado del ajetreado centro urbano, pero a la falda de los museos y palacios de la montaña de Montjuic. Diseñado con el toque moderno que tanto gusta a la gente joven, su propósito es ofrecer un pequeño “oasis urbano” de relajación y bienestar. 

Tres "refugios" casi secretos en Dublín

Con un encanto muy especial, Dublín es una ciudad perfecta para una escapada corta. Un fin de semana en uno de estos deliciosos hoteles te será suficiente para cambiar de aires. ¿Te vienes a pasear por las riberas del Liffey, admirar sus mansiones georgianas, visitar Temple Bar (donde se apelotonan teatros, pubs y galerías de arte), recorrer el National Museum, el Trinity College o la Christ Church Cathedral...?

Pubs con habitaciones en Londres

¿Puede haber algo más londinense que alojarse en alguno de esos pubs en los que antaño los piratas hacían sus negocios y los escritores buscaban inspiración? Hoy su atmósfera no parpadea a la luz de las velas de aceite, sino por los reflejos de los iPads, pero sigue siendo posible disfrutar de las mismas cosas: rica comida con excelentes cervezas y habitaciones ultra cálidas.

Pequeños hoteles en Estambul que rompen moldes

En la ciudad de los sueños y las leyendas, de los aromas y las especias, con un pie en Asia y otro en Occidente, se esconden algunos pequeños hoteles, enclavados en antiguos edificios restaurados, que reflejan la personalidad del Estambul más apasionado y creativo.