MOLINO TEJADA
www.molinotejada.com
Te va a sorprender. Primero, por su localización -en un valle cántabro escondido y milenario (el de Valderrible), repleto de tesoros únicos-, y luego, porque sus propietarios lo han concebido para que sea un lugar abierto a otras mentes, gentes, culturas y estilos de vida.
En estas recónditas tierras de cultivo junto al río Ebro, el molino de piedra centenario alberga ahora nueve suites, con nombres de poetas y escritores, y una decoración muy original. Dos de las más evocadoras son, en realidad, cabañas vanguardistas construidas sobre el agua y con jacuzzi en la misma habitación.
Con diversa capacidad, todas atesoran paredes antiguas de piedra –de un metro de grosor- que hacen hueco al lujo más moderno, con camas mullidas y extragrandes, cálidas mantas de piel, románticos baldaquinos, escritorios que incitan a la escritura y hasta coquetas cocinitas.
Para completar la estancia, el molino también brinda la Librería del Poeta, una estancia con suelo de cristal bajo el que fluye el río, un honesty bar, un cine casero, una piscina, una sauna… recovecos inspiradores y 15.000 metros cuadrados de exuberantes jardines donde conviven sauces, lavandas y rosales.
En el exterior también llaman la atención cinco enormes aros de hierro y escaleras al cielo que representan la filosofía de la familia Tejada -respetar las tradiciones mientras se persiguen los sueños-, sus hamacas para siestas perezosas, y diversos rincones solitarios para dejar volar la imaginación.
Por si fuera poco, también es posible apuntarse a sus retiros creativos, que abarcan desde la escritura de poesía al estudio de cine, música y fotografía, bienestar integral y yoga, o actividades al aire libre como ciclismo, senderismo y pesca. Todo ello propicia una especie de espíritu comunitario, una atmósfera de tertulia creativa… con la fragancia del campo y la paz del río como musas constantes.
Su propuesta gastronómica está basada en productos de las granjas y ganaderías del valle y en la riqueza de su entorno natural: truchas del Ebro, setas de Monte Hijedo… El resultado son platos saludables elaborados con ingredientes frescos de temporada que se degustan en la mesa comunitaria del restaurante. Sus renombrados chefs –que van rotando temporalmente- también ofrecen cursos de cocina, excursiones en busca de productos autóctonos, descubrimientos en la granja orgánica, visitas a los mercados locales…
La última sorpresa de Molino Tejada es la casa de campo que alquila a tan sólo 2 kilómetros de la propiedad principal. Enclavada sobre los cimientos de un antiguo molino, su paleta interior de blancos y negros contrasta y coexiste con la exuberante vegetación de su entorno silvestre.
Con capacidad para 6 personas, alberga dos dormitorios, una gran cocina y un baño... Todo ello en una atmósfera interior tan íntima y tranquila como su exterior: un pequeño paraíso con dos islas privadas, varias fuentes y la cautivadora magia del deslizar del río.
Fotografías de Molino Tejada y Nathan Dehart
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