Sigo con mi
lista de pequeños hoteles en París a precios accesibles, pero que destilan
encanto y personalidad. Situados en lugares magníficos de la capital francesa,
a lo mejor no ofrecen el concepto de lujo tradicional, pero sí una atmósfera de lo más especial y una decoración que no deja indiferente.
LES 3 POUSSINS
www.les3poussins.com
Entre Montmatre
y la Ópera Garnier, en una calle tranquila del histórico y ecléctico barrio de
Saint Georges, siempre lo elijo por el ambiente artístico que destila, su
salón-biblioteca con profundas butacas de cuero y el patio arbolado que invita
a instantes relajantes en el buen tiempo.
Sus 40
habitaciones (estándares y superiores) captan la atención por sus colores
suaves; los dibujos ingenuos y humorísticos que ilustran la vida parisina a
través de pollitos, el emblema del hotel; las moquetas que simulan la trama de
un jersey de lana; el aspecto retro de sus cuartos de baño…
Algunas dan
sobre la calle y otras al patio interior, y mis favoritas son las de la última
planta que cuentan con terraza privada para admirar la ciudad desde lo alto.
Para comenzar el día, nada mejor que bajar a su antiguo sótano, típico del
viejo París, donde se sirve entre un exquisito desayuno entre piedras ancestrales.
HOTEL PARADIS
www.hotelparadisparis.com
Muy cerca de la
Gare du Nord y la Ópera Garnier, el hotelito de Julie y Adrien Gloaguen ha sido
decorado magistralmente por Dorothée Meilichzon. Pretende ser –y lo consigue…-
“un lugar de vida”, gracias a sus papeles pintados con trampantojos, latones y
tintes dorados, luces tamizadas, y objetos antiguos recuperados, como viejas
maletas que simbolizan el viaje o la vidriera de una antigua fábrica que
preside la recepción.
En sus 38
habitaciones, así como en su salón de la entrada, con bar y libros y revistas,
se mezclan también los muebles de estilo escandinavo con influencias art decó,
mientras que en la sala de desayunos se alternan los alimentos sanos con los
pasteles caseros. ¡Magnífica combinación!
HOTEL GABRIEL
www.hotelgabrielparis.com
Tras una fachada art decó del Alto Marais se esconde este hotel íntimo y elegante, de ambiente contemporáneo, en el que también se respira el perfume del pasado. Decorado por Axel Schoenert, alberga 39 habitaciones repartidas en seis pisos que desprenden serenidad: suelos de roble claro, mezcla de blancos, cortinas en terciopelo color miel, cuartos de baño minimalistas…
También seducen su
lounge con honesty bar –que de noche se ilumina con velas- y sus excelentes
desayunos basados en agricultura biológica.
CARON DE BEAUMARCHAIS
www.carondebeaumarchais.com
La propiedad de Alain Bigeard está completamente inspirada en “La boda de Figaro”, del autor dramático del siglo XVIII que lleva el nombre del hotel. Esta mansión alta y estrecha del Marais es una especie de bombonera que cobija 19 habitaciones con vigas, lustros, candelabros, cuadros, telas de Jouy, motivos de la época de la Compañía de Indias, flores frescas… donde el pasado resurge y se asocia al confort actual. Los cuartos de baño, por ejemplo, exhiben azulejos inspirados en el siglo XVIII con productos de acogida Roger & Gallet.
En el precioso
salón de recepción llaman la atención un piano de 1792 y un arpa Luis XV,
mientras que en el salón de desayunos se desparraman la música de Mozart y los
ronrroneos de Bobby, el perro de Alain.
HOTEL VERNEUIL
www.hotel-verneuil-saint-germain.com
Muy cerca del Museo de Orsay y del Café de Flore, abre sus puertas en una calle increíble, en en la que viven numerosos escritores, actores y modistos; Serge Gainsbourg, sin ir más lejos, en la casa de enfrente.
Propiedad de
Nicolas Nonon, este edificio del siglo XVIII fue rehabilitado por el arquitecto
Patrick Leghima para cautivarnos con sus 26 habitaciones, su encantador salón y la sala abovedada de los desayunos.
HOTEL THERESE
www.hoteltherese.com
En el codiciado distrito 1, al resguardo de una fachada neoclásica, Sylvie de Lattre es la propietaria de este hotelito de ambiente moderno y apacible. Decorado por Jean Louis Deniot, que ha apostado por los efectos tornasolados, materiales luminosos, ricas telas con motivos orgánicos, minerales y vegetales, recrea la atmósfera neoindustrial de un loft. Personalmente, me fascinan sus materiales desgastados, patinados u oxidados tan propios del estilo vintage del siglo XX.
Separado del
hall de recepción por una mampara de vidrio y metal, el salón sorprende por su
modernidad, un espectacular canapé hecho a medida, un espejo panorámico, varias
mesas de pergamino teñido y la alfombra estilo años 50. En las habitaciones
predominan los colores topo y azul petróleo, mientras que el salón de
desayunos, enclavado en el sótano abovedado, se decanta por las paredes de
piedra blanca.
SAINT LOUIS EN L’ISLE
www.saintlouisenlisle.com
En la romántica isla de San Luis –si algún día me pierdo me encontraréis por allí…-, en un edificio restaurado del siglo XIX, resulta un alojamiento íntimo y acogedor con sus paredes de piedra a la vista y sus vigas de viejo roble en los techos. También son agradables su saloncito junto a la recepción y el sótano abovedado para los desayunos.
Sus 20
habitaciones se reparten por las cinco plantas del hotel con una decoración
sencilla y alegre, y ese detalle que sigo apreciando lejos de casa: servicio gratuito para preparar
café o infusiones, junto a un platito de galletas.
SAINT VINCENT
www.hotelsaintvincentparis.com
En una calle tranquila del corazón de St. Germain des Près combina el chic parisino con una decoración inspirada en Napoleón III. Su vestíbulo recrea una mansión burguesa, acompañado de un lounge-bar, un salón con butacas de rayas y una zona de desayunos.
Su propietario,
Bertrand Plasmans, que trabajó en el hotel Crillon, ha ideado 22 habitaciones de
diversas categorías a base de colores cálidos, suntuosas cortinas, bonitas molduras
y mobiliario contemporáneo.
SAINTE BEUVE
www.hotelsaintebeuve.com
En una callejuela de la Rive Gauche, muy cerca de los Jardines de Luxemburgo, destila un ambiente entre campestre y bucólico. Propiedad de Charlotte y Laurent Inchauspé, ha sido decorado por el diseñador británico David Hick, que ha dotado a las habitaciones de colores pastel y luces indirectas.
Los huéspedes
nos dejamos arropar por Henry, Pauline y Sabrina, que consiguen
que nos sintamos aquí como en nuestra propia casa. En el Sainte Beuve todo es auténtico,
como el fuego de la chimenea del vestíbulo que reconforta especialmente en estos
meses fríos.
SAINT GERMAIN
www.hotel-saint-germain.fr
Esta antigua mansión del siglo XVII ha sabido conservar el ambiente de las antiguas casas burguesas parisinas. Alberga varios salones con vigas a la vista, una biblioteca, un patio casi secreto, y 24 habitaciones luminosas y depuradas que alternan muebles antiguos y telas nobles… ¡La elegancia de la rue du Bac en estado puro!
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