A Cadaqués de hacía falta un sitio como éste: apacible y encantador. Un pequeño refugio lleno de luz y diseño.
Inaugurado el pasado mes de abril, su propietario, Carles Quirch, de la mano del estudio de interiorismo Insight, ha sintetizado en el Tramuntana Hotel toda la atmósfera de la bella localidad. Este íntimo establecimiento, de tan sólo 11 habitaciones, se esconde además en una callejuela del casco antiguo, a tan sólo dos minutos de la playa.
Es un hotel que consigue hacer "sentir" a sus huéspedes gracias a la habilidad en el color (blanco, gris, ocre y azul petróleo) y un ambiente especialmente cálido a
través de su mobiliario, iluminación y complementos escogidos: suelos de madera
envejecida, piezas de los italianos Gervasoni, tejidos en fibras naturales, lámparas
de estilo industrial, botellas de aceite de oliva en la recepción, sillas de mimbre en forma de concha…
El buen gusto y cariño se palma también en las apetecibles habitaciones -relajantes, luminosas, depuradas... - y hasta en el desperezar frente al desayuno, consistente en productos frescos de proximidad para poder conocer de primera mano la gastronomía de la tierra.
www.hotel-tramuntana-cadaques.com
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