Pedro V es uno de los personajes más emblemáticos de la historia portuguesa y sus huellas pueden encontrarse por toda la ciudad. Vino al mundo en 1837 en el Palacio de las Necesidades: sus padres fueron los reyes de Portugal, Maria II y Fernando II, que para festejar el nacimiento del heredero al trono - el primer príncipe nacido en Lisboa después del largo exilio de la Familia Real en Brasil- llamaron Príncipe Real a este precioso barrio.
Los historiadores resaltan sus altos valores y virtudes morales, y el profundo amor que sentía por su mujer, la reina Estefanía, que murió de difteria 14 meses después de su boda sin dejar herederos el trono de Portugal, y proyectando una sombra de tristeza permanente sobre el espíritu del príncipe.
Dedicado desde entonces a la prosperidad de su país, Pedro V también se volcó en los más necesitados, creando hospitales y escuelas. Sin embargo, murió muy joven, a los 24 años, dejando el peso de la corona a su hermano Luís.
Inspirada en este amado monarca, Casa do Príncipe ofrece 9 habitaciones y suites palaciegas en el corazón histórico de Lisboa, en el primer piso de un edificio del siglo XIX que destila encanto y nostalgia: techos de cuatro metros de alto, trabajados estucados, suelos de madera maciza, frescos auténticos…

Y todo ello aderezado con algunos toques contemporáneos para crear un ambiente de discreta elegancia. Como detalles a sus huéspedes, Casa do Príncipe también ofrece wifi gratuito, una bebida en el momento de la bienvenida y un exquisito desayuno buffet todas las mañanas (y sólo por algo más cien euros…). ¡Qué hallazgo!
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