ALCAUFAR VELL
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A tan sólo 8 kilómetros de Mahón, en una maravillosa finca familiar que data del siglo XIV, Mª Àngels y Jaume han convertido la casa señorial de estilo neoclásico y sus bonitos anexos en un hotel perfecto para el disfrute de los sentidos. Además de estar muy cerca de bellas playas de aguas cristalinas y finas arenas, Alcaufar Vell cuenta con un denso barranco forestal, una antigua torre de vigilancia de 1802 que mira al Mediterráneo, cientos de metros de costa virgen y hasta 150 hectáreas para pasear a pie, a caballo o en bicicleta.
Tras cruzar el patio de la casa principal, lo primero que se aprecia es la cordialidad y profesionalidad del personal, de Noemí, que atiende el comedor, de Victor, que se emplea a fondo en los fogones, de Cosme, que cuida al detalle la naturaleza… Luego, la acogedora recepción; las 21 maravillosas habitaciones (decoradas en tonos serenos, algunas cuentan incluso con jardín privado): la piscina, rodeada de vegetación autóctona y de las típicas paredes menorquinas; el huerto que abastece la cocina…
En este espacio privilegiado, los días empiezan con un delicioso desayuno compuesto por productos típicos de la isla y la finca, continúan en la playa (con el exquisito picnic que se puede encargar para llevar), prosiguen por la tarde en su encantador bar El Racó del Poeta, entre pinos y acebuches, pueden finalizar en su restaurante Ses Cotxeries (que dispone de comedores abovedados y del Jardí dels Ullastres), que presenta una cocina mediterránea de platos frescos y equilibrados, y postres del recetario de S’Àvia Nina.
FINCA ATALIS
www.fincaatalis.com
Este hotel rural está enclavado en una finca de 75 hectáreas de Es Migjorn Gran, al borde del mar, junto a la soberbia playa de Talis, a cuyos lados se desparraman zonas de marismas, vegetación submarina y bosques de pinos. ¿Dónde mejor para disfrutar del verdadero descanso? En su típica casa menorquina rehabilitada, el alojamiento no puede ser más especial.
Sus 10 habitaciones, llenas de luz, están decoradas en tonos frescos, con baldosas y maderas típicas, y ventanas que permiten admirar el jardín y la piscina, los animales pastando en los campos de avena, el horizonte verde y la orilla del mar. Por las mañanas, el desayuno se sirve en un acogedor comedor o en la terraza, compuesto por una gran variedad de pastas y pasteles horneados en la casa, mermelada casera y numerosos productos deliciosos de la isla.