VILLA LAETITIA
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R O M A
Villa Laetitia es una encantadora casa histórica diseñada por Armando Brasini en 1911, enclavada en la orilla derecha del Tíber, en el histórico barrio de la Victoria. Un siglo después de su construcción, totalmente restaurada, exhibe su esplendor original y el estilo inconfundible de Anna. Aquí no te da la sensación de estar en un hotel a pesar del impecable servicio; el entono es tan informal y acogedor que más bien te sientes como en casa. |
| Entrada palaciega |
Aunque muy cerca del bullicio de la vecina Piazza del Popolo y del caos circulatorio del Lungotevere, aquí se aprecia realmente eso que llamamos "dolce vita". Tras su blanca fachada adornada con atletas, la vista se pierde entre exuberantes jardines y pabellones estilo Liberty con vidrieras y verandas que la «grande signora romana della moda» supervisa personalmente. Poco tiene que ver este lugar con la ostentación de los cinco estrellas o el lujo de los hoteles firmados por Versace o Armani…
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| Recovecos bucólicos en el jardín |
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| Desayuno junto a la veranda |
Las habitaciones se reparten entre la residencia principal y la antigua casa de invitados, abriendo sus balcones, terrazas o patios hacia la ciudad o el mágico y silencioso jardín. Cada estancia es en realidad como un mundo en sí mismo, ecléctico e inconformista con su mezcla de muebles y materiales de diferentes estilos y épocas, y recuerdos de familia.
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| Ropa de cama Fendi |
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| Muebles de anticuario |
Tres de las más llamativas son la Karl Suite, que homenajea a Lagerfeld con un mobiliario vienés de los años 20 que se alterna con dameros en blanco y negro; la Crystal Suite, ultra-contemporánea, con cama de metacrilato, lámpara de cristal de Murano, espejo vintage de Fontana Arte y fotografías de Anna Magnani; y la Suite Atelier, revestida de azulejos en gres blanco y gris, con bocetos originales de Chanel, Yves Saint Laurent y Dior, y dos butacas rojas de Joe Colombo en su terraza inundada de glicinas.
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| Recuerdos de familia |
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| Mezclas fabulosas |
Además, su Ristorante Enoteca La Torre ofrece una de las bodegas más importantes de Italia –Anna Fendi es una gran coleccionista de caldos…- y una carta exquisita elaborada por el joven chef Danilo Ciavattini. También cuenta con el restaurante Piccolo para aperitivos y almuerzos informales, pero entre paredes raspadas para apreciar los colores originales y bajo románticos frescos con cupidos.
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| Mesas suntuosas |
P O N Z A
Vámonos ahora a la pequeña Capri del mar Tirreno… En la conocida como “isla del amor”, al pie del Monte Guardia, en el barrio Spotti, las vistas sobre el puerto de este antiguo palacio de la época Borbón cortan la respiración. Sin embargo, en su interior, todo es paz y tranquilidad, ligereza y comodidad… ¡y bohemia! |
| Entrada a la villa en Ponza |
Las seis habitaciones, con nombres de especias y colores picantes, tienen vistas al mar y desprenden una atmósfera muy mediterránea. Además, se han recuperado tres viviendas-cuevas características de esta zona, donde se han instalado un salón y la cocina, que se han recubierto con fragmentos de piedra mayólica al más puro estilo napolitano, formando mosaicos inusuales de estilo oriental.
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| Camas de bronce |
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| Maderas exóticas |
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| Cuadros hasta en el techo |
El desayuno, lleno de sabor local, se sirve en el jardín de la azotea, en la rueda de un antiguo molino que también está recubierto con piedra antigua mayólica. Aquí, Anna Fendi apuesta en cambio por el "dolce farniente"…
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| Salón acondicionado en una de las cuevas |
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| Cuando apetece... desayuno en la cocina... |
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| ... o en la terraza de la azotea |
