Los dos hoteles de la cadena Maisons Particulières
han sido imaginados como lujosas mansiones privadas. Confidenciales e
intimistas, reflejan la historia y el alma de los barrios de París en los que abren sus
puertas, dando prioridad a la ostentación y a las sensaciones en un entorno
absolutamente mágico.
MAISON ATHENÉE
Si Paris fuera un teatro, la Maison Athénée sería sus
bambalinas. A medio camino entre la Opéra Garnier y la Place Vendôme, la
creatividad de Jacques García ha impregnado las estancias de un ambiente íntimo
y lujoso propicio al bienestar y a la ensoñación.
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La fachada, iluminada con lámparas a la antigua |
Sus 20 habitaciones, de diferentes categorías, son en todos
los casos como pequeños paraísos románticos. Inspiradas en la ópera italiana,
incorporan mobiliario hecho a mano en maderas preciosas, cabeceros tapizados
con ricas telas, pesadas cortinas de terciopelo adamascado, pasamanterías… con
suntuosos cuartos de baño decorados con mosaicos, molduras y productos de
acogida Hermès.
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Derroche de terciopelo... |
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... ricas telas estampadas... |
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... y cabeceros nostálgicos |
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Mosaicos metálicos en el cuarto de baño |
Al bajar al Petit Salon para tomar una copa, se tiene la
sensación de entrar en una alcoba íntima y sensual, recubierta de lujosas telas, asientos revestidos de terciopelo rojo… Por la noche, seguramente, te
cruzarás además con artistas del Olympia y otros teatros cercanos que se acercan hasta aquí a
relajarse después de su representación.
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El ambiente que los franceses llaman "feutré" |
Y si eres fumador, también te podrás instalar en Le Fumoir, un
auténtico templo del art de vivre a la francesa, donde podrás degustar
exquisitos alcoholes entre los efluvios casi clandestinos del tabaco.
MAISON SOUQUET
Recién inaugurado en una mansión de 1905 al pie de la Butte
Montmartre, de fachada discreta pero con dosel y lámparas rojas, se revive
ahora una de las páginas más fastuosas y alocadas de la historia parisina. Jacques
García también ha impregnado a este nuevo hotel de todo su estilo misterioso,
elegante, exótico y sensual.
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Cortinajes al estilo de los grandes palacios |
Atravesar su puerta es entrar en un universo de fantasía,
repleto de objetos de arte, profundos sillones, tentadoras chaises longues,
divanes audaces… todo ello inspirado en el estilo morisco y Napoleón III, que también se
traslada a sus 14 habitaciones y 6 suites, que llevan nombres de famosas
cortesanas, revestidas con 2.000 metros de telas de seda en 120 diseños
diferentes, ¡un verdadero tesoro!
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Paredes y cabeceros con los mismos motivos |
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Sedas extraordinarias en una de las habitaciones |
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Lámparas con pantallas en pasamanería |
Para comprobar cómo es posible que el estilo del siglo XIX
resulte tan moderno, es necesario que también te instales en el Salón de las
Mil y Una Noches, que sigue las pautas de un orientalismo casi desaparecido, o
en el bar, creado a modo de biblioteca, con una chimenea monumental, piano,
libros y juegos.
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La recepción, junto al salón morisco |
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Dorados y damascos... |
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... y un pequeño patio interior delicioso |
Y un último privilegio… Reservado al uso exclusivo de los
clientes que soliciten su llave se puede acceder al Spa, con piscina de 10
metros, hammam y sala de tratamientos, débilmente iluminado y con una bóveda
celeste en la que las estrellas doradas brillan sobre un cielo azul cobalto.