30 octubre 2014

Palma: tres hoteles con mucha clase

El empresario Miguel Conde Moragues y su mujer, la arquitecta  Cristina Martí Crespi, han rehabilitado tres edificios antiguos en el casco histórico de Palma para reconvertirlos en hoteles. Can Cera, Can Alomar y Calatrava son ahora tres luxury boutiques con tanta clase que jamás pasarán de moda.  

Can Cera
CAN CERA

Dentro de la muralla de Palma, entre la plaza de Santa Eulalia y la de San Francisco, ocupa un edificio con más de 700 años de historia. Lógicamente ha pasado por diversas manos y sucesivas reformas, como la que se produjo en el siglo XVII, cuando se le dotó de un patio por la influencia de la arquitectura italiana del Renacimiento, un apacible patio con arcadas y plantas que hoy recibe a los huéspedes junto a la entrada.

Can Cera

Subiendo por una gran escalera de mármol, se entra en un espacio sorprendente y acogedor, que ha respetado mucho de la antigua distribución y ha sido decorado con muebles de época y una colección de pintura contemporánea. Sus 14 habitaciones son todas diferentes, pero dentro de un mismo estilo, con grandes camas de estilo mallorquín y vestidores/cuartos de baño amplios y modernos.



El hotel dispone además de varios salones,  una terraza en la azotea, un spa y un gastrobar para degustar platos muy originales. ¿Mis recomendaciones? La coca de verduritas con sardinillas; el trampó mallorquín con atún al vinagre de sidra; los tacos de salmón ahumado con mostaza de eneldo, mantequilla y pane carasatu; los muslitos de codorniz con cebolla al vino… y el sorbete de mandarinas de Sóller como “fin de fiesta”.




CAN ALOMAR

En el romántico y arbolado bulevar del Paseo del Borne, ocupa una antigua casa señorial urbana, construida a mediados del siglo XV. En sus orígenes fue conocida como Can Thomás des Predís des Born, el nombre de sus primeros propietarios, una próspera e influyente familia mallorquina de mercaderes de la Edad Media. La casa alcanzó su máximo esplendor durante los siglos XVI y XVII, cuando se realizaron sucesivas reformas para adaptarla a los gustos arquitectónicos de la época. El edificio actual es de estilo neogótico, aunque conserva evocaciones renacentistas, como las de sus grandiosas fachadas.



Sus 16 suites y habitaciones también combinan diseño actual y muebles de época, a las que se añaden un elegante salón con dos terrazas sobre el Paseo del Borne, una biblioteca, una terraza solárium (que dispone de zona de masajes, hamacas y pequeña piscina con jacuzzi), un mirador en el torreón y un excelente restaurante, De Tokio a Lima, que fusiona la cocina japonesa, peruana y mediterránea.




¿Platos que no te puedes perder? La crema fría de almendras con tartar de bogavante y aroma de lima; el pulpo asado sobre patató mallorquín y pimentón de La Vera picante; el atún glaseado con salsa de soja, wasabi, algas y verduras de temporada… y la tarta cremosa de limones de Sóller.




HOTEL CALATRAVA
www.boutiquehotelcalatrava.com

El barrio de Sa Calatrava, uno de los más antiguos de la ciudad, recibe su nombre de la Orden de Calatrava. Se construyó entre los siglos XIII y XIV y está edificado, en gran parte, sobre las antiguas murallas de Palma. A escasos metros de la Catedral y el Palacio de la Almudaina, entre las callejuelas de la primitiva ciudad árabe y la antigua judería, sobresalen monumentos únicos, como la iglesia barroca de Montesión, el convento de Santa Clara o la iglesia de Santa Fe.




El hotel está emplazado en una casa del siglo XIX de esta singular zona, que el equipo de Cristina Martí Crespi ha dotado de 16 habitaciones -muchas con magníficas vistas a la bahía de Palma y al Parque del Mar-, un relajante salón, una terraza solárium, un spa y el espacio Gastro-Gourmet con tienda y zona de restauración de “recetas tradicionales”: ensalada de garbanzos estilo Calatrava, espinacas salteadas con pasas y piñones, picapica de sepia, costillas de ibérico con salsa de miel mostaza y cerveza, gató mallorquín con helado de almendras…





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