Una magnífica casa señorial, ubicada en un rincón único del
casco histórico de Palma, es desde hace unos meses un oasis exclusivo en el que las viejas piedras conviven con el lujo del diseño más actual.
Por fuera, el hotel exhibe la clásica construcción señorial
mallorquina –una sobria fachada medieval con elementos renacentistas-, mientras
que, por dentro, el silencio, los aromas y los arcos góticos de piedra noble se
mezclan con lo último en diseño y tecnología. Su nombre se debe al de la calle en que abre sus puertas, ya
que allí se aposentaban antiguamente los recaudadores de limosnas para el
mantenimiento de las iglesias de Tierra Santa. El
edificio perteneció inicialmente a la Baronía de Bunyolí (siglo XIII), a partir
del siglo XVI a la de Boixadors, y ya en el XIX a los marqueses de Vivot.
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Traspasar su entrada es entrar en otro mundo... |
Sus propietarios actuales, Carmen Cordón, y su marido, Ignacio
Jiménez, han logrado rescatar del olvido y devolver a este lugar su antiguo
esplendor, encargando el proyecto a Tolo Cursac de IHP Projects. Así, por
ejemplo, se ha recuperado la planta baja original de la casa, que tiene el
aspecto exacto del siglo XVI, además de su patio gótico que hoy se
yergue tal y como fue concebido. Sus 26 habitaciones también han
sido diseñadas intentando aprovechar los espacios y la distribución inicial. Todas ellas se asoman a pacíficos
patios interiores vecinales, al gran patio central o a las estrechas y
tranquilas calles medievales del barrio, brindando desde el punto de vista
decorativo un estilo cool y acogedor.
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Habitaciones modernas con retazos antiguos |
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Los colores que predominan: gris, blanco, beige... |
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Cuartos de baño luminosos y relajantes |
De la galería de la planta baja también se han recuperado
los arcos góticos originales del siglo XV. Ahora, este espacio gastronómico, singular y acogedor, con
obras de arte de Tatiana Sarasa, se compone de diferentes zonas en
las que se puede disfrutar por las mañanas del desayuno buffet, así como de tapas
y raciones exquisitas a cualquier hora del día: Ensalada Thai de hojas tiernas
con fresas y langostinos; Carpaccio de lubina; Torre de berenjena y queso de
cabra sobre chutney de tomate; Tataki de atún…
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Bajo los arcos góticos |
Además, el hotel ha cedido gran protagonismo a los espacios
de relax, instalando un Spa en el antiguo depósito de grano, que alberga una pequeña piscina climatizada, solárium, sauna y cabina de
tratamientos. La terraza de la azotea, con vistas sobre el casco antiguo de la
ciudad, con la iglesia de San Francisco a escasos metros, también brinda su zona de descanso con solárium y piscina climatizada que puede ser utilizada
en cualquier época del año.
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Relax en las alturas |
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Spa íntimo |
El hotel completa sus zonas comunes con una biblioteca –con una
variada selección de libros en diferentes idiomas-, un salón noble para charlar
mientras se disfruta de una copa o un café, y un Honesty Bar en el que es posible servirse
lo que se desee en cualquier momento. Todo lo necesario para olvidarse del mundo...
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Zona de biblioteca |
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