Castillo de Corvinos
Sus propietarios han llevado a cabo un extraordinario trabajo de actualización bajo la dirección del arquitecto Ramón Arana, especialista en restauración de edificios históricos, y han incorporado algunas piezas rescatadas de desvanes familiares y otras encontradas en ferias y almonedas.
Actualmente el castillo se presenta señorial y majestuoso, respetando al máximo la autenticidad del edificio y añadiendo exquisitez, confort y elegancia a cada una de sus estancias.
A su alrededor se esparcen los campos de cultivos interrumpidos por montes de carrascas y almendros, añosos promontorios de piedra, y un jardín de olivares, almendros, rosales y azaleas. Hermosas vistas a un idílico horizonte para unos días de pausa, reencuentro y descanso.
Sus seis habitaciones (4 dobles, 1 suite y 1 independiente en la antigua capilla del edificio) han sido bautizadas con nombres de castillos de la provincia de Huesca y decoradas de manera diferente para evocar distintas historias.
En este alojamiento sólo para adultos, los huéspedes pueden apreciar espacios sugerentes llenos de encanto y privacidad. Al salón de desayunos se añade el salón principal, con chimenea, que invita a largas conversaciones o momentos de lectura, mientras que el patio central, adornado con jazmines y una pequeña alberca, es ideal para relajarse al aire libre. Las sillas repartidas por el parque ofrecen asimismo rincones especiales para contemplar el paisaje sin prisas y dejarse llevar por la serenidad del entorno.
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