La Hacienda de San Rafael ocupa la que en el siglo XVIIII fuera una próspera propiedad de olivos. Ahora, meticulosamente restaurada y convertida en un escondite delicioso, regala un equilibrio perfecto entre el encanto rústico y la sofisticación decorativa.
HACIENDA DE SAN RAFAEL
www.haciendadesanrafael.com
A medio camino entre Sevilla y Jerez de la Frontera, combina elegancia y calor de hogar gracias a una rehabilitación que ha tenido en cuenta todo aquello que buscan los viajeros más exquisitos: un interiorismo sublime que se conjuga con las interminables vistas a las llanuras andaluzas, a un mar de olivos, almendros, girasoles y lavanda, y todo ello perfumado con el jazmín de sus jardines.
El tamaño del hotel se ha mantenido deliberadamente pequeño -11 habitaciones y 3 casitas-suites- para que todo el protagonismo se lo lleve el ambiente, el impecable servicio y los pequeños placeres, como despertarse de la siesta con el sonido de las cigarras cantoras y el suave caudal que discurre en la piscina, o saborear un jerez seco con la arena de albero bajo los pies.
El restaurante es otro de sus puntos fuertes. El chef elabora sus recetas haciendo énfasis en los productos locales de temporada y de su propia huerta, así como seleccionando los mejores pescados frescos de la lonja y carnes escogidas.
Desde este escondite exclusivo que brinda una experiencia genuina y auténtica de Andalucía, se pueden vivir múltiples experiencias en función de los gustos de cada uno, desde visitas exclusivas a casas privadas, palacios o fincas de la zona, a paseos de descubrimiento por los pueblos blancos y la sierra de Grazalema.
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