Como verás por las fotos, no se trata de un hotel al uso, sino de una casa de huéspedes que engancha nada más entrar. Ocupa un histórico edificio del centro de Mahón, diseñado a conciencia por el estudio Quintana y Partners, en el que su propietario ha volcado todo su buen gusto.
La decoración quiere recordar -y lo consigue- la atmósfera de las casas de los antiguos aventureros y exploradores, repescando materiales antiguos, objetos centenarios y decenas de recuerdos personales.
Sus cinco habitaciones te cautivarán, además, con sus sábanas de algodón egipcio, esponjosos edredones, productos de baño de La Chinata, altavoces Marshall, minibar y Netflix gratuito... y su clase absolutamente inigualable.
Tras una fachada protegida nos encontramos con el hall de este pequeño hotel del barrio de Santa Clara, en el centro histórico de Ciudadela. Su nombre se remonta al siglo XVIII, cuando la isla se encontraba bajo dominio británico y el bisabuelo del actual propietario realizaba aquí sus trabajos de ebanistería.
Sus cuatro habitaciones están bautizadas con los principales vientos de la isla -Tramontana, Levante, Siroco y Poniente- y decoradas según las pautas de la tradición mediterránea. A nosotros nos gusta especialmente la primera, algo más pequeña que las otras, pero que alberga una encantadora terraza privada.
El resto del hotel está formado por un acogedor salón, una funcional cocina y una terraza común, donde en el buen tiempo se sirve un delicioso desayuno local. Por cierto, este hotel es sólo para adultos porque aquí se viene a desconectar sin el más mínimo sobresalto.
En el centro de la isla, en una finca de 4 hectáreas, este agroturismo ha sido ideado para que los sentidos fluyan: con la piedra como principal protagonista, los materiales naturales y las piezas artesanales (mucho esparto) propician un ambiente de total tranquilidad y sosiego.
Las diez habitaciones -todas con terraza privada- se ubican en el antiguo establo, rodeadas de árboles frutales, un huerto y un campo sembrado de olivos. Sus huéspedes pueden disfrutar además, todas las mañanas, de un cuidado desayuno a base de productos propios.
En esta casa de campo, construida en 1894 y ubicada en el tranquilo pueblo de Es Migjorn, podrás degustar una exquisita comida tradicional menorquina... y alojarte en sus cinco habitaciones, absolutamente hogareñas y dedicadas a personajes ilustres de la localidad.
¡Y no te pierdas un almuerzo o cena en su terraza-jardín, con preciosas vitas al barranco!
que preciosidad :) me encanta tu blog! Enhorabuena por el gran trabajo que haces!!
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