LA RESIDENCE DU VIEUX PORT
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Su marco no puede ser más idílico: junto al Vieux-Port y el barrio Panier, y frente al embarcadero de los barcos que llevan a la islas de Frioul y Chateau d'If, a los acantilados y a Cassis. El edificio fue construido en 1954 por el arquitecto André-Jacques Dunoyer de Segonzac y hace años volvió a recuperar su estilo original –esa fantasía de los años cincuenta- gracias a la renovación que realizó hace años el arquitecto Franz Potisek, inspirándose en Miró, Le Corbusier y Calder, y a los colores, cuadros y muebles de maderas exóticas que se fueron incorporando. Sin embargo, aquí no hay nada nostálgico ni vintage, todo es contemporáneo, a excepción del sublime tapiz de Jean Lurçat que se encuentra a la entrada del hotel.
Casi todas las 51 habitaciones disponen además de terraza con vistas impresionantes sobre el viejo puerto y Notre-Dame de la Garde –en las que se puede desayunar en el buen tiempo-, una zona de trabajo o salón, y encantadores cuartos de baño con productos de L’Occitane.
En su restaurante, Le Relais 50, con su espíritu brasserie parisina (butacas en terciopelo rojo, azulejos en damero…), el chef Emmanuel Perrodin presenta una carta asentada en productos locales: muchas verduras, pescados salvajes, carnes de Sisteron y vinos del país. También cuenta con el salón Biblioteca, un espacio relajante y cálido, presidido por un fresco de Sylvie Nicolas, vidrieras de colores y banquetas de Kwok Hoï Chan, y un salón de desayunos casi colgado sobre el puerto, más al estilo siglo XVIII con un altísimo techo y un soberbio parquet.
ALEX HOTEL
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El exquisito desayuno –crujientes baguettes, croissants de mantequilla, huevos revueltos, pancakes, pains perdus…- se puede tomar en un agradable salón o en el patio interior, y se sirve hasta las 12 del mediodía. También dispone de un business corner para los que no pueden vivir desconectados.
HOTEL 96
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Los dos edificios del hotel se funden perfectamente con la naturaleza –han sido construidos en madera y cemento- y las 13 habitaciones seducen al primer golpe de vista. Las de la planta baja disponen de una relajante terraza, mientras que las del primer piso se benefician de una vista impresionante sobre las colinas de las Calanques. En ellas se encuentra todo lo que adoran sus propietarios: viajes, sueños, alta costura, Mediterráneo…
MAMA SHELTER
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Las habitaciones, aunque algo pequeñas, ofrecen todo lo necesario para una estancia perfecta: comodísimas camas, Imac con tv, skype, internet y acceso gratuito WIFI y a películas bajo demanda, minibar, escritorio…
LE RYAD
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Sus diez habitaciones, sobrias y elegantes, mezclan los colores del sur con artesanía marroquí y piezas de diseño, transportándonos a un universo muy especial. A la hora del desayuno, apreciarás la selección de tés de Mariage Frères y el té a la menta fresca, café, chocolate Van Houten, panes marroquís, zumos recién exprimidos… con música de fondo de compositores árabes.
PENSION EDELWEISS
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CASA ORTEGA
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Otro “bed & breakfast” diferente, a dos pasos del Vieux-Port, con cinco habitaciones luminosas amuebladas con piezas únicas del siglo XX. Su nombre se debe a Juan Sebastián Ortega, un famoso tocador de castañuelas nacido en Estepa, pero que vivió aquí casi toda su vida. Ahora propiedad de Caroline Contoz, antigua directora de comunicación de Mauboussin, que ha conseguido que en cuanto se entra en su lobby se tenga la sensación de estar como en casa.
CASA HONORÉ
www.casahonore.com
