A pesar de su apariencia conservadora con la imponente
arquitectura imperial, las tonalidades pastel del barroco o las florituras del
Art Nouveau, Viena apuesta por la modernidad y el diseño. Como botón de
muestra, estos cuatro hoteles cheap
& chic para estancias poco convencionales.
KARNTNERHOF
A un tiro de piedra de la catedral de San Esteban, en un
edificio del siglo XIX que conserva su fachada en ligeros tonos grises, ofrece
un diseño intemporal y exquisito en su interior: una mezcla de Art Nouveau
vienés, estilo francés y elegancia italiana. Y eso que después de la Segunda
Guerra Mundial fue "Madame Rosa", un famoso burdel que frecuentaban
los soldados aliados.
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Entrada al hotel |
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Con influencias Art Nouveau |
Hoy, en su agradable salón con sillones y sofás de
terciopelo, destaca una colección de objetos que recuerdan al científico
Alexander von Humboldt: cuadros con motivos de animales, mariposas bajo
campanas de vidrio, pájaros disecados y huevos de avestruz, composiciones de
algas secas enmarcadas…
Aquí los huéspedes
pueden desayunar productos regionales seleccionados, leer la prensa
internacional por la tarde mientras toman un té o un café, o rematar el día con
una copa. Durante los meses cálidos, su espléndida terraza en la azotea también
les permite relajarse disfrutando de las torres barrocas de Heiligenkreuzerhof.
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Los grises continúan en el interior |
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El acogedor salón de desayunos |
Sus 41 habitaciones y 3 suites están impregnadas también del gris típico vienés, suelos de roble originales, papeles pintados ingleses, tejidos
italianos, una mezcla ecléctica de arte… según las directrices de los decoradores
Niccolò Grassi y Eline de Potter. ¿El resultado? Armonía y elegancia
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Parquets antiguos y papeles pintados actuales |
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Ocres, marrones, verdosos... |
RUBY SOFIE
En uno de los barrios más animados de la ciudad, detrás de una
fachada de estilo Secesionista –que hace años albergó el famoso music hall
Sofiensäle-, descubrimos ahora un hotel moderno y urbano a muy buen precio. Las
habitaciones exhiben un glamour relajado con excelentes materiales, buen diseño
y tecnología inteligente: madera de roble natural teñida, piedras calizas
patinadas, duchas Raindance, amplificadores Marshall, lujosas camas…
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Fachada del antiguo music hall |
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Contraste del blanco y la madera envejecida |
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La iluminación, especialmente cuidada |
Podrás elegir entre las “acogedoras”, las “wow” o las “loft”
y sería imperdonable que no frecuentaras su Bar & Café, abierto las 24
horas del día los 7 días de la semana, donde se sirven deliciosos productos orgánicos:
vinos seleccionados por los enólogos Cristo y Fidesser; frutas y verduras cultivadas
por Ilse y Günter Achtlietner; productos lácteos procedentes del valle de Carintia;
panes de Bäckerei Ströck; tés de Samova y cafés de Hausbrandt; piadinas y foccacias
de inspiración italiana recién hechas…
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Desayuno 100% orgánico |
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El bar abre día y noche |
También dispone de una comodísima biblioteca-zona de estar, que nunca cierra, con iMacs para trabajar o navegar, bebidas calientes de
cortesía y una enorme máquina expendedora que contiene de casi todo, desde
paraguas a pasta dental, desde chicles a refrescos bio.
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Zona de estar... con vida propia |
SAINT SHERMIN
En el juvenil barrio de Freihausviertel, plagado de bares,
restaurantes y pequeñas boutiques, este original hotel está enclavado en el
primer piso de una mansión vienesa de 1893. Bajo su lema “cama, desayuno y champagne",
lo primero que encontramos es una recepción inundada con una gran variedad de
marcas de esta bebida.
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Vista de la fachada desde la plaza |
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Cada mueble ha sido escogido a conciencia |
Luego, 12 habitaciones decoradas de forma individual y
dedicadas a elementos importantes de la historia de Viena: los bosques, los caballos taxis Fiaker, el fabricante de
porcelana Adolf Augarten Loos, Sigmund Freud, Maria Theresia… Ninguna es igual
a la otra, pero todas comparten los mismos detalles, como agua fresca de
manantial gratis o los productos cosméticos Malin + Goetz.
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Habitaciones serenas y luminosas |
En Saint Shermin te darás cuenta que el desayuno es la
comida más importante del día. Además de productos clásicos como roscos de pan,
yogures, embutidos o quesos, encontrarás fruta fresca de temporada y quiches
caseras, así como las especialidades de café vienés: Melange (con leche
espumosa), Großer Brauner (doble expresso con leche), Kleiner Schwarzer (expresso)…
Y, por supuesto, una copa de champán, o dos...
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El simpático salón de desayunos |
HOLLMANN BELETAGE
Su objetivo –“que el cliente se sienta como en casa, lejos
de casa”- se cumple a la perfección en este hotel que ocupa una mansión del XIX
en el corazón de Viena. Su suite y 25 habitaciones –que siguen 3 diseños arquitectónicos
diferentes, “Beletage”, “Mezzanin” y “Residenz”- ofrecen una mezcla única de
comodidad moderna e innovadora decoración.
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El naranja, omnipresente |
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Simplicidad de líneas |
Su sala de estar resulta igualmente relajante con sus muebles
de diseño, su biblioteca con libros seleccionados (algunos de ellos firmados por
los famosos autores que se han hospedado aquí), su chimenea, su piano, sus
juegos de mesa y su honesty bar. También cuenta con un pequeño cine con ocho
asientos, un spa para momentos cálidos, y un jardín urbano que invita a perder
la noción del tiempo.
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Disposición irregular |
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¿Te apetece un té? |
En su vertiente gastronómica, dispone de una tienda delicatessen
–te recomiendo hacerte con alguna caja de los tés vieneses Schönbichler-, una oferta
de desayuno memorable y un salón para almuerzos y cenas gourmets que no es
propiamente un restaurante, sino un espacio con largas mesas compartidas desde
las que se intereactúa con el chef.
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Cocina semi-abierta |
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Mesas corridas para compartir experiencias |