Una finca paradisiaca de 500 hectáreas, plantada de naranjos, olivos y castaños, en el término municipal de Cazalla de la Sierra (Sevilla), esconde un pequeño hotel que sólo conocen los viajeros más avezados.
Aristócratas y celebridades de todo el mundo –principalmente británicas- se refugian en Trasierra cuando quieren olvidarse de sus pomposos títulos o sus frenéticos horarios: el cantante Bryan Ferry, Sara Ferguson, el actor Rowan Atkinson, Kate Moss, Gene Wilder… La que ha conseguido esta proeza es Charlotte Scott, una decoradora londinense (sobrina del actor Christopher Lee) que se instaló a vivir en Sevilla en los años 70 junto a su familia y enseguida se propuso encontrar un cortijo antiguo para restaurar.
Después de recorrer toda la provincia, se enamoró perdidamente de esta casa del siglo XVI en Cazalla de la Sierra, aunque se encontraba en un estado ruinoso. Tras cinco años de trabajos de restauración y decoración, primero se convirtió en su casa de campo familiar, y años después, tras su divorcio, en un hotel exquisito cuyo mayor lujo es el trato personalizado y la tranquilidad.
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Sillones de mimbre y macetas con geranios |
Charlotte es una enamorada de España. Pasó los primeros cinco años de su vida en Madrid, ya que su padre trabajaba en la Embajada Británica y su abuelo dirigía la oficina del London Times en la capital. Por este motivo, todas sus tías tienen nombres españoles, como Carmen e Inés, y hasta su abuela fue retratada por Laszlo con una mantilla de encaje negro.
Al principio de esta aventura, para atraer a sus compatriotas hasta este rincón perdido de Sierra Morena, convenció a su amigo Albany Wiseman, antiguo profesor de pintura del príncipe Carlos de Inglaterra, para que impartiera un curso aquí. Y es así cómo famosos y nobles británicos comenzaron a descubrir el estilo de vida sencillo que se respira en este pequeño hotel regentado además con mucho encanto por los cuatro hijos de Charlotte.
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La entrada a la finca |
Vamos hacia allá... Un camino bordeado de cipreses finaliza frente a sus paredes encaladas y una puerta de madera maciza. Tras ella, se encuentra un patio adoquinado y la casa señorial, donde vive la familia, con sus terrazas sombreadas y sus jardines aromáticos. A la derecha está una de las zonas de huéspedes con un acogedor porche, y más allá, las 18 habitaciones y suites escalonadas a diferentes niveles a través de terrazas, patios y jardines privados.
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Una de las habitaciones, en tonos azul lavanda |
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Un rincón de escritorio, con su toque de flores frescas |
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Otra de las habitaciones, decorada con telas inglesas |
En este entramado de pequeñas edificaciones –los antiguos graneros y establos también se han reconvertido…-, entre sus paredes y techos pintados en tonos pastel, sobresalen las enormes puertas de roble procedentes de conventos, rejas y balcones antiguos de hierro forjado procedentes de anticuarios en Ronda, sofás y sillas hechos artesanalmente, camas y antigüedades inglesas, telas de todo el mundo, alfombras antiguas realizadas en India, Turquía y Marruecos…
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Uno de los salones: rústico y a la vez señorial |
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Con retazos de auténtica casa de campo andaluza |
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Las puertas de madera proceden de antiguos conventos |
La encargada de la cocina es la hija pequeña de Charlotte, Gioconda, que ha aprendido el oficio en Florencia. Todo lo que presenta en la mesa son elaboraciones frescas y sencillas: desde el yogur, la miel o las mermeladas caseras del desayuno, pasando por el jamón ibérico que compran a un ganadero de la zona, o un simple gazpacho, pollo asado, paella, pescado a la brasa, tortilla española…
Se puede almorzar y cenar en el comedor, en el patio donde está la vieja prensa de aceite de oliva, en la larga mesa que se encuentra bajo un dosel emparrado, o en cualquiera de las terrazas a la sombra de un árbol.
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El almuerzo, servido al aire libre |
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¿Quién se resiste a sus desayunos caseros? |
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Sol y sombra en uno de los porches |
El aristócrata británico Lord Egremont, dueño de una de la mayores casas de campo inglesas (Petworth), y huésped habitual de Trasierra, resume a la perfección lo que significa este lugar: “Aquí hay de todo, todo lo que se te antoje, pero nada de eso terrible que llamamos lujo".
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La piscina, rodeada por cántaros antiguos |
Trasierra Hotel
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