En otoño vuelve a hacer falta huir de la ciudad, sumergirse en entornos naturales para descubrir simplemente la belleza de la dehesa o el sabor de un guiso bien hecho. Estas cinco fincas-hoteles de Cáceres despejan la mente con su manto de encinas y alcornoques, maravillosas puestas de sol y esos placeres sencillos que sólo se encuentran en el campo.
FINCA EL CORTIÑAL
www.fincaelcortinal.com
El azul del cielo, el verde intenso del campo surcado por muros de piedra, el amarillo de la genista... son los colores que rodean El Cortiñal, un caserío extremeño rehabilitado, que recrea la estética toscana, y en el que sus diferentes edificaciones albergan cálidas suites y salones.
Toda la finca –inundada de alcornoques, encinas y cipreses a lo largo y ancho de sus 200 hectáreas- ha sido concebida para el descanso, el disfrute y el reposo, plagada de cosas bellas y de la más auténtica naturaleza. Como si fuera una diminuta aldea, cuenta con dos lagos artificiales y siete pequeñas casas, donde se concentran los servicios principales.
En Casa Sola se ubican dos junior suites; en Casa Alta, tres habitaciones dobles con vistas al estanque; y en La Ermita, dos habitaciones dobles. Por su parte, el Salón del Estanque se presenta como un remanso de tranquilidad al borde de uno de los lagos de la finca, donde sentarse a ver el atardecer, escuchar el sonido de la naturaleza, mantener una relajada conversación o disfrutar de una apasionante lectura.
En otra de estas construcciones independientes está la Biblioteca, que hace las veces de lobby del hotel, un espacio de grandes volúmenes, presidido por una amplia colección de libros donde el tiempo parece no tener pisa nunca. Y, más allá, en una pequeña edificación precedida de olivos, abre sus puertas el cálido y acogedor Spa, compuesto por una piscina de chorros, baño turco, hammam y área de descanso abierta al estanque.
Aunque no tiene restaurante, en el Desayunador se estrena cada día con platos variados y caseros: repostería recién horneada, huevos de corral fritos con bacon o revueltos, fruta de la finca, miel, mermeladas y aceite de oliva de elaboración propia... con la mirada fija, cómo iba ser si no, en la dehesa extremeña.
FINCA LA RAMALLOSA
www.fincalaramallosa.com
Situada en la Sierra de Gata, sus 130 hectáreas invitan a empaparse de naturaleza entre olivares, dehesas y robledales con sus arroyos y charcas, y bosques centenarios de encinas, alcornoques y retamas junto al río Erjas… Además, sin salir de la finca, se puede disfrutar de inolvidables picnics en lugares recónditos o de sorprendentes rutas con caballos o quads.
Los aficionados a la ornitología también podrán avistar rapaces como buitres, águilas, halcones o lechuzas, y los más cazadores, utilizar su coto para practicar puntería con tiradas de zorzal o paloma torcaz, descubrir senderos con la perdiz brava y los escurridizos conejos, o deleitarse con el espectáculo natural de la luna llena a la espera de un viejo jabalí.
Para los que simplemente necesiten descanso y contemplación, La Ramallosa propone cinco caseríos centenarios, rehabilitados y confortables, en un ambiente bucólico y romántico. Esas construcciones de piedra, de más de un siglo de antigüedad, forman una especie de pequeña aldea, con el horno donde se cocía el pan, la era para trillar el cereal, la “chafurda” o zahúrda del cochino etc. Cada uno tiene un estilo propio que respeta sus orígenes y mima su decoración.
En los alrededores, las posibilidades de actividades se multiplican. Desde hacer rutas de senderismo donde poder visitar a vecinos y amigos entrañables, como el Tío Alberto o Serapio, rutas en bici de montaña, excursiones en 4x4, visitas culturales a pueblos cercanos como San Martín de Trevejo, Trevejo, Robledillo de Gata, Monsanto, Ciudad Rodrigo…
FINCA AL- MANZIL
www.finca-al-manzil.com
En la falda de una de las montañas de la impresionante Sierra de Montachez, con vistas a las plantaciones de olivos y a las cimas de las montañas, dispone de un cortijo en el que se ubican 3 habitaciones dobles muy agradables, junto a un salón muy espacioso con chimenea, varios patios y una piscina enclavada entre las rocas de la montaña y con unas bonitas vistas. Más allá, en El Granero, con sus propios jardines y entrada, se encuentra otro alojamiento muy cuidado para dos personas, y Casa Alfarera, ideal para cuatro personas.
En este entorno mágico de 22 hectáreas hay senderos entre el olivar para pasear o descubrir viejos chozos, fuentes y piscinas naturales, y hasta un camino que conduce por una vieja ruta morisca hasta el mueblo de Montánchez.
BALDÍO GRANDE
www.hotelruralcaceres.com
Esta finca de 1.500 hectáreas en las estribaciones de la sierra de San Pedro, alberga un encantador hotel dotado de 10 habitaciones de lujo, una villa rural con 5 habitaciones y un pabellón de caza, todo ello alrededor de un espectacular río Tajo bordeado de alisos, sauces, olivos y encinas.
Los huéspedes del hotel pueden descansar en sus dos salones de estar con chimenea, un gran salón comedor y una terraza cubierta para contemplar los atardeceres de Extremadura. Además de las rutas turísticas o senderismo por la zona, también pueden pasear en barco por el río, pescar, apuntarse a un safari fotográfico, descubrir la berrea, visitar la ganadería brava Carriquiri…
PALACIO VIEJO DE LAS CORCHUELAS
www.lascorchuelas.com
Esta preciosa finca de 600 hectáreas encierra una pequeña casa rural con encanto, fruto de la esmerada y respetuosa rehabilitación de un edificio con más de dos siglos de antigüedad representativo del campo extremeño. Y en una situación privilegiada: a los pies de la Sierra de Las Corchuelas, espina dorsal del Parque Nacional de Monfragüe, rodeado de encinas y alcornoques.
Decoradas con mimo, sus seis habitaciones dobles ofrecen magníficas vistas del Parque Nacional del Monfragüe, mientras que el amplio salón-comedor, donde se combinan materiales nobles como la piedra y la madera, empuja a los huéspedes a relajarse frente a la chimenea de granito y degustar la gastronomía de la zona (chacinas, quesos, carnes de caza, calderetas, migas...)
Por su parte, el patio resulta ideal para desayunar o leer, mientras que el porche, estratégicamente situado sobre el jardín permite contemplar maravillosas puestas de sol y la bajada por la sierra de los ciervos en tiempo de berrea. En el parral, la charla amena y el aperitivo son especialmente agradables, al igual que la piscina en el buen tiempo.
En el Palacio Viejo también se tiene la posibilidad de realizar paseos a pie, en bicicleta o a caballo, así como visitar y conocer el trabajo de las abejas en las colmenas con un experto apicultor, colaborar en las tareas de la huerta, la poda de las encinas o acompañar al pastor en su jornada diaria.
Muy bonitas
ResponderEliminarMuy bonitas
ResponderEliminar¡Nos alegramos de que te gusten Vicente!
EliminarUn artículo muy completo, enhorabuena. Si en algún momento decides ampliar la selección, estaremos encantados de que conozcas nuestra nueva finca hotel con asador Hábitat Cigüeña Negra, situada en una dehesa de Valverde del Fresno, en Sierra de Gata. Saludos.
ResponderEliminarPerdonad el retraso en contestaros. Ya he visto vuestro establecimiento. Me parece espectacular y os contactaré en breve. Mil gracias.
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