Home Hotel y Abril 37 en Ciudadela, y Can Roca Nou, en Mahón, son tres fantásticas alternativas a los alojamientos impersonales. Sin grandes lujos, pero con mucho ingenio e imaginación, proponen estancias íntimas y relajantes al estilo sencillo de la isla.
De pequeñas dimensiones, esta antigua casa de estilo menorquín (siglo XIX) fue rehabilitada en 2015 para adaptarla a su nueva función: Un hotel respetuoso con el medio ambiente y de atmósfera agradable y acogedora.
El resultado es una “casa-hotel” muy confortable, compuesta tan sólo por cuatro habitaciones dobles y una suite –algunas con vigas de madera y antiguos muros de piedra-, un cálido salón, una cocina a disposición de sus huéspedes, y un tranquilo patio para tomar el desayuno y desconectar.
Para sus propietarios, un hotel es sinónimo de reposo, desconexión y encuentros, por lo que no han instalado televisores (aunque sí wifi gratuita). Y para empezar bien el día, nada mejor que un desayuno pausado a base de productos locales frescos y de proximidad.
El hotel Abril 37 es el resultado de un proyecto familiar sobre una vivienda construida durante la expansión de la ciudad en los años 30. En el centro de Ciudadela, la entrada y la escalera ya dejan entrever la casa acomodada que fue en el siglo pasado.
Su gran patio convertido en huerto urbano, con árboles frutales y hortalizas ecológicas, invita a desconectar y relajarse fuera del bullicio exterior.
Sus ocho habitaciones se reparten entre dos plantas, aderezadas por la luz exterior que entra a través de sus amplios ventanales. Decoradas en estilo moderno, contrastan con la sobriedad de la arquitectura de la casa, que también regala varias terrazas y patios.
Este delicioso hotelito intenta transmitir a sus huéspedes los valores de familiaridad, amistad y complicidad que sus actuales propietarios aprendieron de sus padres y abuelos. Sus cinco habitaciones han sido imaginadas así, para sentirse como en casa y poder disfrutar de cada momento.
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