A tan sólo una hora en tren desde Berlín, Leipzig es actualmente una de las
ciudades más de moda de toda Europa. Vibrante, animada, artística... Precisamente en su centro histórico, junto al Museo de Bellas Artes, se encuentra
uno de esos hoteles de los que uno nunca querría despedirse.
Nuestra anfitriona es Sabine Fuchshuber, arquitecta por la Universidad de Weimar y Londres, y que en todos sus viajes siempre ha buscado "hoteles pequeños, con un carácter personal e individual, donde pudiera saborear las huellas del pasado y conocer gente interesante con historias fascinantes". Y esto es lo que un día le inspiró para montar su propio hotel, un alojamiento fuera de serie para explorar la ciudad de la que todos hablan.
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LA TERRAZA DEL PATIO CON SUS PLANTAS Y FLORES |
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AZULEJOS ANTIQUÍSIMOS EN LA ESCALERA |
Fregehaus se esconde tras la fachada amarilla (con miradores decorados con guirnaldas de frutas) de uno de los más bellos edificios históricos del XVIII del casco antiguo de Leipzig. La original mansión renacentista, a la que posteriormente se le añadieron elementos barrocos, se compone de cuatro alas alrededor de un tranquilo y frondoso patio cuadrado. Aquí han vivido y trabajado ricos comerciantes y banqueros ilustres, y ahora esos huéspedes que no se contentan con cualquier cosa.
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DISEÑO Y NOSTALGIA |
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ELEMENTOS INUSUALES |
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DORADOS Y SINTÉTICOS |
Tanto los salones históricos como las habitaciones evocan el delicioso encanto de días pasados, pero mezclando esa nostalgia con muebles funcionales y simples de cierta estética industrial, además de piezas únicas de anticuario, como los espejos dorados antiguos o las lámparas de Murano. En las paredes, mucha sobriedad, y en los suelos, por supuesto, madera prácticamente sin pulir.
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PAREDES EN BLANCO TOTAL |
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CHISPAS EN TURQUESA Y AMARILLO |
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CORTINAS EN BERENJENA |
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BAÑOS ORIGINALÍSIMOS |
Por las mañanas se sirve un desayuno regional buffet que hace relamerse de gusto: mermeladas caseras, queso Käsehaus Lehmann, miel de los apicultores Arzberg Imkerei Grabein, manzanas de la región Mansfelder Land, huevos de Frau Beyer de Steuden, leche y requesón de Hofmolkerei Bennewitz, panecillos de Bäckerei Schultz…¡Irresistible!
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Y DESAYUNO DEL BUENO |
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