Cuatre Finques: intimidad y sosiego en la campiña alicantina

Este pequeño e intimista hotel está situado a menos de un kilómetro de Jalón, pero rodeado de viñedos y almendros que lo protegen como si fueran una fortaleza natural. Un lugar ideal para desconectar y volver a descubrir los placeres sencillos.

CUATRE FINQUES

www.cuatrefinques.com

Sus seis habitaciones, pulcras y relajantes, disponen de wifi, aire acondicionado, baño con ducha, terraza o balcón con vistas a las montañas y una decoración muy personalizada a base de cabeceros de piedra o madera, y tonalidades blancuzcas y terrosas. En el precio va incluido el desayuno, que consiste en pan caliente y bollos recién horneados, mermeladas, frutas recolectadas de sus árboles, yogur, muesli… y huevos recién puestos, cocinados según las preferencias de los huéspedes.

Además de un honesty bar, con una amplia selección de bebidas y aperitivos las 24 horas del día, el hotel también propone almuerzos ligeros junto a la piscina o en la terraza privada de las habitaciones, una tarde de tapas caseras semanal, y una noche de paella y música, que comienza con un cóctel de cava, notas de bossa nova y cena en grupo. Otras de sus propuestas son la noche de barbacoa (con pescado fresco, carne y verduras), degustación de vinos locales en la terraza o en el campo, rutas en mountain bike, masajes y tratamientos de belleza… En cualquier caso, en los alrededores hay mucho por ver y hacer. 

El Valle del Jalón es una tranquila zona rural de olivos y almendros, viñedos y campos de naranjos, a menos de media hora de la costa, compuesta por ocho pueblos con encanto: Lliber, Alcalalí, Parcent, Murla, Senija, Benigembla, Castell de Castells y por supuesto Jalón. En esta pequeña localidad podrás admirar su preciosa iglesia con tejado azul, saborear deliciosos mistelas en los bares de la Plaza Mayor y asistir a su mercadillo de los sábados.