Los hoteles Daniel de mi anterior post comparten propiedad y estilo con los hoteles Wiesler y Weitzer de Graz, otras dos direcciones muy apetecibles para descubrir la atmósfera más actual de la segunda ciudad austriaca.
A orillas del río Mur, al lado de la Kunsthaus, con vistas al Schlossberg y junto a las tiendas, restaurantes, museos y bares más interesantes de Graz, el Wiesler abrió sus puertas en 1909, cuando Carl Wiesler transformó cinco casas de huéspedes en un lujoso alojamiento. Sin embargo, entre 1945 y 1954, el establecimiento cayó en desgracia y fue utilizado como alojamiento para los oficiales del Ejército Británico.
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| El antiguo mármol de suelo comparte espacio con muebles vanguardistas |
En 1986, el hotel fue renovado en su estilo original y actualmente presenta su cara más contemporánea. Su fachada de estilo Jugendstil ya no alberga la pompa de un cinco estrellas, sino 98 habitaciones refrescantes y poco convencionales para huéspedes cosmopolitas.
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| Un baúl antiguo esconde el minibar en las habitaciones |
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| Su decoración informal, también en las suites |
Su gastronomía también se basa en los conceptos de pasión, sencillez y atención a los detalles; algo que se comprueba hasta en el momento del desayuno, con tortitas recién hechas y sirope, muesli con fruta fresca, mermeladas caseras, panes artesanales… Además, su Speisesaal no es un restaurante de hotel en el sentido convencional, sino un lugar de moda que frecuentan los habitantes de Graz por sus originales ensaladas, excelentes carnes a la parrilla y embutidos italianos.
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| Un gran mural y sillas diferentes en el restaurante |
Cuenta además con una barbería genial, a manos de un experto peluquero de Estambul, que ofrece a sus clientes el tradicional café tuco, fuerte, dulzón, espumoso y con una pizca de cardamomo.
HOTEL WEITZER
Este hotel también centenario y vecino del Wiesler, tiene más empaque, proporciones más grandes (204 habitaciones) y da especial importancia a la gastronomía austriaca. Su exquisito desayuno transcurre en el histórico comedor Engelreich –con arcos en el techo y una bonita fuente-, mientras que también brinda una Coffee House tradicional y un excelente restaurante, el Dar Steirer.
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| A orillas del río Mur |
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| Los soberbios parquets antiguos se han mantenido |
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| Las suites exhiben bañeras a la vista |
En este último se sirven platos casi olvidados, como el “Hüferschwanz-Semmerl” (rollo de pan crujiente relleno de carne de vacuno, rábano picante y mostaza), junto a soberbios vinos austriacos que se pueden adquirir en la tienda contigua. Otros de sus atractivos son la floristería Blumeninsel, encargada de toda la decoración floral del hotel, y su zona de fitness y relajación, con sauna, baño de vapor finlandés y gimnasio en la azotea.
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| Su restaurante, templo de la cocina tradicional de Estiria |
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