14 agosto 2014

Badajoz: dos hoteles en conventos

Para alejarse y relajarse... En medio de la dehesa extremeña, el mayor lujo que ofrecen la Hospedería Convento de La Parra y el Hotel Convento San Diego son el olor a campo y el silencio; esa posibilidad de hacer un parón y mirar hacia dentro. 


Hospedería Convento de La Parra
www.vivedespacio.com/laparra

Muy cerca de la frontera portuguesa, un convento de hermanas clarisas del siglo XVII, de estilo barroco popular, fue declarado el año pasado Monumento de Interés Cultural. Se trata de la Hospedería Convento de La Parra, un hotel inusual en el que todavía se paladea la sencillez y recogimiento de la atmósfera franciscana.

Hospedería Convento de La Parra
Patio empedrado y con naranjos

Hospedería Convento de La Parra
Contemplando el fuego...
La decoración de sus 21 habitaciones (sin televisión), los rincones para leer, los pasillos para meditar y los patios para convivir con el olor a azahar giran en torno a elementos tan naturales como la cal, la madera y el barro cocido, a los que se añaden algunos muebles de teca de estilo minimalista, unas cuantas flores secas y tapicerías intensamente blancas. Aquí el protagonismo lo tienen la luz, el espacio y los pensamientos de cada uno.

Hospedería Convento de La Parra
Habitaciones con chaises longues

Hospedería Convento de La Parra
Decoración casi espartana: madera, barro, linos...
Es un hotel concebido para vivir sin ruido y sin prisas, y para dejarse llevar por la belleza de sus contrastes: el original campanario, la piscina encajonada entre muros encalados, el claustro amueblado con camas y hamacas, el patio interior empedrado rodeado por la blanca galería, las cerraduras y llaves antiguas en las puertas de las habitaciones, las bóvedas del restaurante que ocupa el antiguo refectorio… 

Hospedería Convento de La Parra
El contraste de la cal y el turquesa

Hospedería Convento de La Parra
Camas de reposo en el claustro
Hotel Convento San Diego
www.hotelconventosandiego.com

Ya cerca de la sierra de Aracena, y más rural que el anterior, encontramos el convento franciscano de San Diego de Alcalá (siglo XVI), hoy transformado en un hotel que combina los elementos originales con otros de estilo más vanguardista. Pero en él se puede percibir todavía el magnetismo de su claustro y la quietud de sus galerías clausurales, recubiertas de sillares visigóticos y frescos. 

Hotel Convento san Diego
Una de las fachadas al atardecer
Sus 12 habitaciones de diseño ocupan las antiguas celdas monacales, ahora con mayor amplitud, ventanales con vistas a la dehesa, y ropa de cama y baño de algodón egipcio. El restaurante Moba, instalado en el antiguo refectorio del convento, reivindica a su vez una cocina típica extremeña, en la que el cerdo ibérico ocupa un lugar de honor. El hotel cuenta además con bar, biblioteca, terraza y piscina-alberca.

Hotel Convento San Diego
La vista se pierde en un mar de encinas

Hotel Convento San Diego
Una sencilla cruz de madera preside el patio

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