Me los ha descubierto un hijo mío, que recientemente se
ha hospedado en el Bikini de Berlín. Son siete hoteles, repartidos entre esta
ciudad alemana, Frankfurt, Hamburgo, Viena y Zurich, que arrasan entre los más
jóvenes por sus toques excéntricos y espíritu creativo.
Los he investigado algo a fondo. Su diseño es ostentoso,
atractivo, descarado y divertido -es decir, nada convencional-, lo que se suma a una atmósfera informal y precios muy razonables. Lo ideal para esos "veinte-treinteañeros" que ya aprecian este tipo de alojamientos.
El Hotel
Bikini Berlín, ubicado en el oeste, es tan llamativo como la ciudad. Entre el zoo y la Breitscheidplatz, el
diseñador Werner Aisslinger ha recreado un mundo inspirado en la naturaleza y
la cultura. Además de 149 habitaciones, cuenta con el restaurante Neni, el bar
Monhey en el último piso con una vista de 360° sobre la ciudad, una sauna y una
tienda con artículos muy originales.
Por su parte, el Hotel Frankfurt The Goldman se compone de dos partes diferenciadas:
mientras que las 49 habitaciones del ala oeste se inspiran en personalidades
locales y presentan a la ciudad como una metrópolis urbana digna de ser conocida,
las 48 habitaciones del ala este recogen la arquitectura y filosofía de la sede
de la ONU en Nueva York. También incluye un salón, un bar y una terraza en la
azotea.
El Hotel
Frankfurt Levi’s ha preferido homenajear a la marca de moda en Niddastraße, cerca de la
estación principal de Frankfurt. Aquí, el patrimonio cultural de América se
mezcla con la diversidad de la ciudad a lo largo de sus 76 habitaciones, en el
restaurante Chez Ima, en la terraza de la azotea y en su sala de música.
Diseñado como un hogar lejos del hogar, las zonas comunes
y 170 habitaciones del Hotel
HafenCity Hamburg parecen cálidas y acogedoras, con sus elementos y materiales
que recrean una atmósfera portuaria. A su vez, el 25hours Hotel Hamburg Number One ocupa un edificio de oficinas de 1950 de
estética retro. El diseño de sus 128 habitaciones, salones, restaurante, bar y
spa resulta sorprende… y revitalizante.
En la capital austriaca, el Hotel Vienna MuseumsQuartier juega con los sueños y las sensaciones
asociadas al mundo del circo. En el distrito de los museos del Prater y la Ópera,
se puede calificar de surrealista: la fantasía y el exotismo empapan sus 217 habitaciones,
su bar con terraza en la azotea, su hamburguesería y su spa-cueva.
Por último, el Hotel Zurich West mezcla sus colores vibrantes con un auténtico
sabor local. Gracias a la colaboración con el diseñador Alfred Häberli, muestra
con gran sentido del humor que esta ciudad ofrece mucho más que bancos, relojes
y chocolate.