Sus dos hoteles, uno en Londres y otro en
Amsterdam, están pensados para viajeros curiosos e independientes, amantes
de los entornos vanguardistas... y de los precios low cost.
Y es que en los Qbic Hotels, las habitaciones giran en torno a un Cubi, un divertido espacio en forma de cubo. Cada uno de ellos está diseñado de una forma muy práctica, con materiales atractivos, muy cómodos para dormir y que proporcionan una experiencia única.
Los Cubi cuentan con una cama Hästens hecha a mano y extra
larga, accesorios de diseño en el baño de Philippe Starck, TV LCD e Internet de
alta velocidad, así como con un ingenioso mueble para trabajar y comer. Su
elegante tapizado también deja espacio para las preferencias personales: unos prácticos
paneles permiten a los huéspedes crear inmediatamente su fondo favorito e
iluminar a su gusto para crear diversos ambientes y atmósferas (amarillo, azul,
verde, rojo, púrpura…)
Además, los Qbic Hotels disponen de un terminal en el que el
huésped se registra por sí solo y obtiene la llave de la habitación, así como
de un Grab & Go Corner con máquinas expendedoras de bebidas y alimentos
caseros procedentes de panaderías y proveedores locales.
Mientras que el hotel de Amsterdam se encuentra en el
edificio World Trade Center, en el distrito financiero, el de Londres abre sus
puertas en el corazón del vibrante Este. Ambos comparten la filosofía de ofrecer
a los clientes un ‘lujo asequible’ también en las zonas comunes, diseñadas por el estudio de interiorismo Blacksheep.
Aunque tecnología y diseño son la marca de la casa, los
espacios están en constante evolución. Eso sí, siempre te encontrarás con mesas
con ipads integrados, una original señalización, llamativas lámparas colgantes,
paredes y suelos teñidos de colores vibrantes, mobiliario original, tejidos cálidos,
rótulos retroiluminados…
www.qbichotels.com
www.qbichotels.com